Salgo a la luz de la
vida,
y encuentro que el
pueblo indefenso,
de valores pisoteados,
que a labio mordido
grita y clama:
Justicia!, Justicia!,
Justicia!.
Continuo caminando por
los pasillos de la vida,
y en mi andar solo
logro escuchar el eco de sus voces.
Me detengo y pienso:
“sé que puedo hacer más”
Tomo la decisión
correcta,
y tras años de
infatigable estudio,
Ahora!.. Soy Abogado.
Pero sé que no es
suficiente,
me dejo caer,
me dejo llevar por mi
innato instinto de superación,
y ebrio de entusiasmo y
dedicación,
Ahora!.. Soy Fiscal.
Un momento!, esperad!
es esto lo que quiero
ser,
es esto con lo que
tanto soñé sin darme cuenta,
es esto lo que me llena
y le da sentido a mi vida.
La maldad vestida de
serpiente,
desea convertir mi
ciudad en tierra de nadie,
quieren oprimirnos a
todos con sus garras,
me veo juzgado por la
ignorancia atrevida, altanera y petulante de personas mediocres,
que solo observan desde
las tinieblas,
y que no comprenden mi
noble labor.
¡Prestad atención, oh
hombre!,
Yo camino por tierras
conocidas y no conocidas,
me escupen con insultos
y discursos complicados,
pero a mi me saben a
alabanzas.
Porque he de callarme,
si hacer lo correcto no
es delito,
no seré un esclavo del
poder,
no me verán doblar las
rodillas..
Si con el corazón en
la mano y la mente lúcida,
dirijo el destino de
vuestros hombres,
soy un justiciero y
ello me llena de orgullo,
que los demás se
pregunten: ¿Qué es la justicia?
Mientras mis manos
trabajan por ella..
Me elevaré más allá
de las nubes,
Porque yo..
Yo Soy Fiscal.